Cumbre de la OTAN

El Gobierno confía a una empresa gestionada por Ayuso y Almeida la organización de la cumbre de la OTAN

Cumbre de la OTAN
Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida.
Pelayo Barro

El Gobierno de Pedro Sánchez sabe que se juega su prestigio internacional con la organización de la cumbre de la OTAN. La cita, una de las más importantes para el futuro de la Alianza Atlántica desde la Guerra Fría, debe salir perfecta. El Ejecutivo ha decidido confiar toda la organización logística y técnica que conlleva el evento, mediante ese contrato ‘a dedo’ de 35 millones que ha criticado Podemos, a la empresa Institución Ferial de Madrid (IFEMA). El único licitador invitado al concurso, por razones de seguridad, es este consorcio cuya gestión depende directamente de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de Madrid.

Este lunes 30 de mayo, apenas una hora después de que Podemos criticarse la concesión «sin concurso público» del contrato millonario para organizar la cumbre de la OTAN, la Junta de Contratación del Ministerio de Asuntos Exteriores firmaba la adjudicación del contrato de organización de este evento a la oferta presentada por la Institución Ferial de Madrid. El objeto que figura en el documento del acuerdo, que adjunta OKDIARIO y que se ha subido en las últimas horas al Portal de Contratación del Estado, contempla el desembolso de 35.386.521 euros (IVA incluido) para la «cesión temporal de espacios y prestación de servicios y suministros para la organización de la Cumbre de la OTAN en Madrid en junio de 2022». Exteriores establece un plazo de ejecución de tres días, entre el 28 y el 30 de junio. Es decir, los tres días que durará la reunión de líderes de la Alianza.

De esta manera, el Ejecutivo de Pedro Sánchez deja en manos de IFEMA la organización de todos los aspectos logísticos y técnicos de un evento de tal magnitud. Esos 35,4 millones, tal y como especifican los pliegos del contrato, cubrirán principalmente los servicios de organización, instalación de material de iluminación y lámparas eléctricas, equipos de radio, televisión, comunicaciones y telecomunicaciones, receptores de televisión y radio, mobiliario, trabajos generales de construcción, obras de ingeniería civil, servicio de transporte, informáticos, seguridad, eventos y limpieza. Es decir, IFEMA se encargará de todo como único contratista.

En el desglose de la factura que asumirá el Gobierno de Sánchez figuran 14,4 millones destinados a la construcción, amueblado de salas, áreas y espacios y 4,8 para la cesión de espacios. 4,5 millones serán para servicios audiovisuales tales como fotografías y vídeos y 3,6 millones para el broadcasting y a la realización de un circuito cerrado de televisión. La informática costará 3,4 millones. 2,18 se destinarán a seguridad, emergencia y dispositivos, pese a que el Ministerio del Interior también destinará varios millones de euros para garantizar la seguridad de las delegaciones. 1,2 millones serán para el hosting televisivo y 1,1 para el catering que se servirá a las delegaciones y a la prensa. Otros gastos son para la producción técnica y a la organización con 600.000 euros, para el personal de apoyo y project manager que cuesta un total de 480.000 euros y 420.000 se dispondrán para electricidad. 360.000 se gastarán en cartelería, 240.000 en seguridad y emergencia y 113.000 en transporte.

De esta forma, el Gobierno carga el peso de toda la organización de la cumbre sobre un consorcio madrileño como es IFEMA, de cuya gestión se encargan las cuatro entidades que la participan: la Comunidad de Madrid (31%), Ayuntamiento de Madrid (31%), Cámara de Comercio de Madrid (31%) y la Fundación Montemadrid.

IFEMA, con 400 trabajadores en plantilla, es una de las mayores empresas especializadas en organización de ferias y eventos. Cada año gestiona más de 120 ferias que reciben alrededor de 4 millones de visitantes. Sus ingresos anuales rozan los 200 millones de euros.

Seguridad

Los pliegos técnicos y administrativos de este contrato no se han hecho públicos, tal y como ocurre con este tipo de acuerdos que afectan a cuestiones de seguridad nacional. Una situación que es fácil que se dé en contratos dependientes del Ministerio de Defensa o del Ministerio del Interior.

Por otra parte, como consta en el expediente de licitación del contrato de la cumbre de Madrid, Exteriores tan sólo envió invitación a participar en la adjudicación a «un único licitador por razones de seguridad». Tanto el Gobierno como la OTAN buscan así evitar un troceo del contrato, que supondría involucrar en la organización a más empresas y, por tanto, entorpecer la seguridad en los preparativos.

Polémica

Este contrato representa el grueso (35,4 millones de un total de 37,4) de la adjudicación «a dedo, sin concurso público» que criticó Podemos este mismo lunes, al poner en la diana el procedimiento seguido por el Gobierno para organizar la cumbre de Madrid.

Fue el portavoz de la formación morada, Javier Sánchez Serna, quien criticó el coste que la celebración del evento de la Alianza supone para las arcas públicas. El diputado aseguró que esos millones «no van a ayudar a ningún escenario de paz y se podrían haber dedicado a la educación o la sanidad pública».

Sánchez Serna manifestó que «nosotros no vamos a esconder que entre tener que elegir multiplicar los gastos para tanques y metralletas o para contratar a médicos y profesores para nuestros niños y nuestras niñas, nuestra prioridad es el gasto social».

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